Constantemente nos dicen qué añadir a nuestras rutinas para una piel radiante: un sérum por aquí, un antioxidante por allá, una pizca de colágeno en el batido de la mañana… Pero a veces, el verdadero secreto está en retirar, no solo en añadir.
1. Alimentarse con cafeína : y si la piel prefiriera el descanso a la estimulación ?
Espresso por la mañana, matcha a media mañana, café por la tarde… Estas pequeñas estimulaciones se vuelven rápidamente automáticas. Sin embargo, más allá de sus propiedades antioxidantes, el exceso de cafeína deshidrata, altera el sueño y aumenta el nivel de cortisol, lo que desafortunadamente debilita el colágeno, altera la barrera cutánea y opaca el brillo natural.
El buen gesto : cambie la estimulación nerviosa por una infusión remineralizante o un tónico caliente con adaptógenos calmantes beneficiosos para la piel. Porque una piel luminosa nace muchas veces de un sistema nervioso relajado.
2. El azúcar, siempre el peor enemigo de la piel
El azúcar desencadena la glicación ; un proceso de degradación del colágeno y la elastina, dos elementos esenciales para una piel firme y luminosa. Además, activa la inflamación crónica y altera el equilibrio intestinal, con repercusiones visibles en la piel.
Qué hacer en su lugar : reemplace los azúcares refinados y opte por frutos rojos, cítricos, canela o alternativas con bajo índice glucémico. Un reinicio de 7 días sin azúcar puede ser suficiente para iluminar el tono de piel.
3. Las bebidas alcohólicas, incluso en pequeñas dosis
El alcohol no solo deshidrata. También desequilibra el microbioma intestinal, ralentiza la desintoxicación hepática y puede acentuar las manchas pigmentarias en pieles sensibles al sol o propensas al melasma.
Qué hacer en su lugar : establezca días “sin”, apueste por mocktails minerales o spritzers con plantas, y manténgase bien hidratado los días que consuma alcohol.
4. Carbohidratos refinados y productos lácteos convencionales
Una combinación que, consumida en conjunto, provoca picos de insulina y acentúa los desequilibrios hormonales.
Resultado: inflamación, imperfecciones, retención de líquidos.
Qué adoptar : priorice los cereales integrales, los productos lácteos fermentados (kéfir, yogur) o alternativas vegetales ricas en omega-3.
5. Alimentación desordenada o caótica
Desayunos apresurados, picoteos indiscriminados, comidas saltadas… Estos hábitos no solo perjudican la digestión, sino que también alteran los ritmos hormonales y el ciclo natural de regeneración de la piel. Resultado: tono irregular, granos, falta de luminosidad.
Qué hacer en su lugar : transforme al menos una comida al día en un verdadero ritual. Coma sentada, sin pantallas, masticando despacio. Su piel también refleja la manera en que “digere” el estrés tanto como los alimentos.
Bonus : Sobrecarga de bienestar
Incluso los hábitos más saludables pueden opacar su piel si no están adaptados a su cuerpo. Un consumo excesivo de biotina puede obstruir los poros. Dosis elevadas de polvos verdes pueden sobrecargar el hígado. Acumular demasiados complementos sin asesoramiento y sin conocer las necesidades reales de su cuerpo suele crear más desequilibrio que luminosidad.
Qué hacer en su lugar : defina sus necesidades, elija esenciales específicos y bien formulados, como Purifying Balance o Rejuva Collagen, y déles tiempo para actuar.
La Edición Glow Up : lo que hay que recordar
- Una buena hidratación regular, tanto por dentro como por fuera.
- Consuma omega-3 provenientes de lino, semillas de chía o pescado.
- Integre en su plato alimentos fermentados y ricos en fibra.
- Complementos bien pensados para la piel (Rejuva Collagen o Regenerated Radiance).
- Un buen sueño, luz natural y una verdadera paz interior.